Cosas que Ver y Hacer en Boyacá

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Boyacá, más que un departamento, es el epicentro de la identidad colombiana, la tierra donde se forjó la libertad de una nación y donde la naturaleza, en un gesto de generosidad infinita, desplegó algunos de sus escenarios más sobrecogedores.

Invitarte a Boyacá es invitarte a un viaje íntimo con la esencia de Colombia. Es un territorio que se vive con todos los sentidos: con el gusto, en sus jugosos tomates de árbol y sus truchas recién pescadas; con el olfato, en la fragancia a tierra húmeda de sus páramos; con la vista, en la interminable gama de verdes de sus montañas y el azul cobalto de su cielo; y, sobre todo, con el corazón, al pisar los mismos caminos que hace dos siglos recorrieron los héroes de la independencia.

Este no es un destino para ver de paso. Es un destino para sentirlo, para vivirlo y para permitirle que se grabe a fuego en tu memoria. Por eso, hemos preparado para ti esta guía con lo esencial, dividida entre lo que no puedes dejar de ver (esos lugares que exigen tu mirada y tu asombro) y lo que definitivamente debes hacer (las experiencias que convertirán tu viaje en algo inolvidable).

Prepárate, porque Boyacá está a punto de conquistarte.

Cosas que VER en Boyacá:

Boyacá es un festival visual. Cada rincón, desde sus pueblos de arquitectura colonial hasta sus formaciones naturales únicas, es un cuadro que se renueva con la luz del día. Estos son los imprescindibles para tus ojos:

1. El Puente de Boyacá

Puente de Boyacá
Imagen: momentcaptured1; https://www.flickr.com/photos/pat_ossa/

No es solo un puente. Es el altar de la patria. Pararte aquí, ver el monumento a Bolívar y los imponentes arcos del monumento, es sentir el peso de la historia. Es el lugar exacto donde se selló la independencia de Colombia en 1819. Verás la llama eterna y, si cierras los ojos, casi podrás escuchar el eco de la batalla. Es una visita obligada, un acto casi cívico para entender el país.

2. La Catedral de Sal de Zipaquirá

Catedral de Sal de Zipaquirá
Imagen: Mark Hillary; https://www.flickr.com/photos/markhillary/

Aunque técnicamente está en Cundinamarca, es la puerta de entrada natural a la región boyacense y una de las maravillas más famosas de Colombia. Descender a las entrañas de la tierra para encontrar una catedral católica completamente tallada en sal es una experiencia que desafía la imaginación. El Viacrucis, la cúpula y la enorme cruz del fondo te dejarán sin aliento. Es un lugar de fe, de ingeniería y de una belleza subterránea sobrecogedora.

3. El Páramo de Iguaque

Páramo de Iguaque
Imagen: Jenni Contreras; https://www.flickr.com/photos/jennimarcela/

Prepárate para un paisaje de otro mundo. El páramo es un ecosistema único, de aire frío y paisajes brumosos, donde reinan los frailejones. Estos árboles de hojas aterciopeladas se extienden hasta donde alcanza la vista, creando una atmósfera mística y serena. Caminar por aquí es sentirse pequeño ante la majestuosidad de la naturaleza. La laguna de Iguaque, sagrada para los muiscas, es la recompensa final.

4. El Valle de los Halcones en Villa de Leyva

Todos conocemos el impresionante desierto y la plaza mayor de Villa de Leyva, pero te llevamos a un mirador secreto. Sube al Valle de los Halcones al atardecer. Desde allí, verás cómo el sol baña de tonos dorados, naranjas y rosados el pueblo, el desierto y las montañas lejanas. Es, sin duda, una de las vistas más espectaculares de toda Colombia, un espectáculo de la naturaleza que te robará el corazón.

5. Los Campos de Flores en Sáchica y Sutamarchán

Al viajar entre Villa de Leyva y Tunja, te encontrarás con un mar de color. Vastos campos de cultivo de flores, claveles, rosas, astromelias, pintan el valle de rojo, rosa, amarillo y blanco. Es un recordatorio de que Boyacá es el granero y el jardín de Colombia, un paisaje agrícola de una belleza simple y vibrante.

6. El Lago de Tota y Playa Blanca

El Lago de Tota y Playa Blanca
Imagen: travelmag.com; https://www.flickr.com/photos/113306963@N05/

Sí, leíste bien: una playa de arena blanca en el corazón de los Andes. El Lago de Tota es el más grande de Colombia, y en su costa, la playa Blanca con su arena de origen volcánico crea un contraste surrealista con el agua azul y las montañas circundantes. Ver este paisaje, que parece un pedacito del Caribe a 3.000 metros de altura, es una experiencia que nunca olvidarás.

  1. El Infiernito (Observatorio Astronómico Muisca): Cerca de Villa de Leyva, este sitio arqueológico te transportará en el tiempo. Verás una serie de columnas de piedra que los muiscas utilizaban como calendario astronómico para medir los solsticios y equinoccios. Es un lugar cargado de misticismo que te hará apreciar la profunda sabiduría de los pueblos originarios.
  2. Tunja y su Arquitectura Colonial: La capital de Boyacá es un museo al aire libre. Al caminar por su centro histórico, verás casonas con escudos de armas, iglesias llenas de arte religioso y claustros que respiran historia. La Casa del Fundador o la Iglesia de Santo Domingo son testimonios silenciosos de la época colonial.

Cosas que HACER en Boyacá

Ver Boyacá es maravilloso, pero vivirlo es lo que realmente transforma. Aquí te decimos qué hacer para que tu viaje sea único:

1. Pasear y perderte en las calles de Villa de Leyva

Villa de Leyva
Imagen: Elias Rovielo; https://www.flickr.com/photos/eliasroviello/

No te limites a llegar, tomar la foto en la enorme plaza y marcharte. Te retamos a perderte por sus callejones empedrados, a descubrir patios escondidos llenos de buganvillas, a sentarte en una cafetería junto a una fuente y simplemente observar la vida pasar. Deja que el ritmo pausado de este pueblo patrimonio se apodere de ti.

2. Probar la gastronomía boyacense en un fogón de leña

Tu viaje no estará completo sin sentarte a una mesa y saborear los platos típicos. Debes probar la sobrebarriga boyacense, la cuchuco de trigo con espinazo, las habas con caldo y, por supuesto, la mazorca con cuajada. Bebe una chicha y termina con un bocadillo veleño con queso. Es un festín de sabores auténticos y reconfortantes.

3. Navegar en balsa por el río Sáchica

Para una aventura tranquila y familiar, un paseo en una balsa de guadua por el río Sáchica es perfecto. Te permitirá disfrutar del paisaje semi-desértico del valle desde una perspectiva única y en total paz.

4. Caminar hasta el Ojo del Pozo de la Laguna de Iguaque

Si tienes un buen estado físico, emprende la caminata hasta la laguna sagrada de Iguaque. La leyenda muisca cuenta que de aquí emergió Bachué, la madre de la humanidad. La caminata es exigente, pero la recompensa es un lugar de una paz profunda y una energía especial. Es una experiencia casi espiritual.

5. Comprar artesanías en Ráquira

Visitar Ráquira es sumergirte en un mundo de color y tradición. Este pueblo, cuyo nombre significa “Ciudad de las Ollas”, está repleto de talleres y tiendas donde puedes comprar cerámicas, textiles y todo tipo de artesanías hechas a mano. Llévate un pedacito del talento boyacense contigo.

  1. Practicar deportes acuáticos en el Lago de Tota: Si eres amante de la adrenalina, el Lago de Tota es tu lugar. Puedes practicar kitesurf, wakeboard o simplemente dar un paseo en kayak mientras disfrutas del imponente paisaje montañoso que rodea el lago.
  2. Participar en un taller de alfarería: En Ráquira o en otros pueblos, muchas familias de artesanos ofrecen talleres cortos donde puedes aprender las técnicas básicas para dar forma al barro y crear tu propia pieza de cerámica. Es una manera divertida y profundamente conectada de entender la cultura local.
  3. Recorrer la Ruta del Queso y la Cuajada: Boyacá es famosa por sus lácteos. Te encantará seguir una ruta por fincas y queserías artesanales, donde podrás ver el proceso de elaboración y, lo más importante, degustar quesos campesinos, cuajada y otros derivados en su estado más puro y delicioso.

Boyacá no es un destino que simplemente visites; es un lugar que te recibe, te alimenta y te cuenta una historia. Es la Colombia profunda, la que late con fuerza en el altiplano, esperando que llegues para ofrecerte sus paisajes, su historia y su sazón. ¿Aceptas la invitación? Te aseguramos que volverás a casa no solo con fotografías, sino con una parte de su alma guardada en la tuya.

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