Cataluña es una región que, además de su vibrante capital Barcelona, España, esconde pequeños tesoros que parecen salidos de cuentos de hadas. Nos referimos a los pueblos medievales, donde caminar por sus calles empedradas es como retroceder en el tiempo, a una época de castillos, murallas, y tradiciones que se han conservado durante siglos.
Hoy, queremos invitarte a descubrir algunos de los pueblos medievales más hermosos de Cataluña, lugares que te transportarán a otra era y que seguramente te dejarán sin palabras.
Tabla de contenidos
Mejores Pueblos Medievales de Cataluña
Entre los pueblos medievales más destacado de Cataluña se encuentran:
1. Besalú
Besalú es probablemente uno de los pueblos medievales más conocidos y fotografiados de Cataluña, y no es para menos. Al llegar, te recibirán las imponentes murallas y un majestuoso puente románico que atraviesa el río Fluvià. Este pueblo, ubicado en la comarca de la Garrotxa, tiene una historia rica, que se refleja en sus estrechas calles y edificios bien conservados.
Cuando paseas por Besalú, puedes visitar la iglesia de Sant Pere, de origen románico, y el antiguo barrio judío, que cuenta con un baño ritual (micvé) de la época medieval, uno de los pocos que se conservan en Europa. Además, durante todo el año se celebran eventos que recrean el ambiente medieval, como mercados y ferias, donde puedes sentirte parte de la historia.
Qué ver y hacer en Besalú:
- Cruzar el icónico puente románico.
- Visitar la iglesia de Sant Pere y el barrio judío.
- Explorar los eventos medievales que se celebran en distintas épocas del año.
Cómo llegar:
Besalú está a unos 140 kilómetros de Barcelona, y puedes llegar en coche por la autopista AP-7 y luego tomando la salida hacia la C-66. También hay buses que salen desde Barcelona o Girona.
2. Pals
Este encantador pueblo, ubicado en la comarca del Baix Empordà, es otro imprescindible para los amantes de la historia medieval. Al recorrer sus calles empedradas, te sorprenderás con la perfecta conservación de sus edificios de piedra, que datan en su mayoría del siglo XIII. El casco antiguo de Pals está coronado por la Torre de las Horas, una torre de vigilancia que ofrece unas vistas espectaculares del entorno.
Uno de los grandes atractivos de Pals es la calma que se respira. A pesar de ser un destino turístico popular, pasear por sus calles puede hacerte sentir como si fueras el único en el pueblo. Si tienes la oportunidad, no dejes de degustar su famosa gastronomía local, especialmente los arroces de la zona, ya que Pals es conocido también por sus campos de arroz.
Qué ver y hacer en Pals:
- Subir a la Torre de las Horas para disfrutar de las vistas.
- Recorrer el casco antiguo y admirar las casas de piedra.
- Probar el arroz de Pals en alguno de sus restaurantes tradicionales.
Cómo llegar:
Pals está a unos 130 kilómetros de Barcelona. Puedes llegar en coche por la autopista AP-7 y luego tomar la salida hacia la C-31. También puedes acceder en transporte público desde Girona.
3. Peratallada
Peratallada es sin duda uno de los pueblos medievales más pintorescos de Cataluña. Situado también en el Baix Empordà, este pueblo es conocido por su impresionante castillo y su trazado urbano, que se ha mantenido prácticamente intacto desde la Edad Media. Caminar por sus calles estrechas, rodeadas de murallas, te hará sentir que has viajado en el tiempo.
El centro de Peratallada es pequeño, pero tiene mucho que ofrecer: desde tiendas de artesanía hasta pequeños bares donde disfrutar de una copa de vino en un entorno idílico. Además, en las afueras del pueblo puedes encontrar campos y paisajes rurales perfectos para una caminata tranquila.
Qué ver y hacer en Peratallada:
- Explorar el castillo de Peratallada.
- Recorrer sus calles medievales y visitar las tiendas locales.
- Disfrutar de una comida en alguno de sus restaurantes al aire libre.
Cómo llegar:
Peratallada está a unos 120 kilómetros de Barcelona. La forma más fácil de llegar es en coche, tomando la AP-7 y luego la salida hacia la C-31.
4. Rupit
Rupit es uno de esos lugares que, si bien no es tan conocido como otros pueblos medievales, tiene un encanto especial. Situado en la comarca de Osona, este pequeño pueblo se alza en lo alto de una colina, rodeado de naturaleza. Sus calles empedradas, sus casas de piedra y el río que lo atraviesa lo convierten en un destino perfecto para quienes buscan tranquilidad y belleza en estado puro.
En Rupit, puedes disfrutar de paseos por el pueblo, visitar la iglesia de San Miguel y cruzar el famoso puente colgante. Además, este pueblo es un excelente punto de partida para hacer senderismo y explorar los alrededores, como el famoso salto de agua de Sallent.
Qué ver y hacer en Rupit:
- Cruzar el puente colgante y explorar el pueblo.
- Hacer una caminata hasta el salto de Sallent.
- Visitar la iglesia de San Miguel y disfrutar de las vistas panorámicas.
Cómo llegar:
Rupit está a unos 110 kilómetros de Barcelona. Puedes llegar en coche tomando la C-17 hasta Vic y luego seguir por la C-153.
5. Tossa de Mar
Si bien Tossa de Mar es conocida por sus playas, este pueblo en la Costa Brava también tiene un encantador casco antiguo medieval que no puedes dejar de visitar. La Vila Vella, como se conoce a la parte antigua del pueblo, está rodeada por murallas que datan del siglo XII, y pasear por sus calles te permitirá descubrir rincones llenos de historia.
Una de las joyas de Tossa de Mar es el castillo, que se alza sobre un promontorio y ofrece unas vistas impresionantes del mar Mediterráneo. Si te apetece un día de relax, puedes combinar la visita al casco antiguo con un rato en la playa.
Qué ver y hacer en Tossa de Mar:
- Pasear por la Vila Vella y explorar las murallas.
- Subir al castillo y disfrutar de las vistas al mar.
- Combinar la visita histórica con un día de playa.
Cómo llegar:
Tossa de Mar está a unos 100 kilómetros de Barcelona. Puedes llegar en coche tomando la C-32 y luego la GI-682. También hay buses directos desde Barcelona que te llevarán al centro del pueblo.
Consejos de Viaje:
- Aunque puedes disfrutar de estos pueblos en cualquier época del año, te recomendamos visitarlos en primavera u otoño, cuando el clima es más agradable y hay menos turistas.
- Muchos de estos pueblos cuentan con encantadores hoteles boutique y casas rurales donde podrás vivir una experiencia auténtica.
- No olvides probar los platos típicos de cada región, como el arroz de Pals o los embutidos de Rupit.
Cataluña tiene mucho más que ofrecer que sus grandes ciudades y playas. Si te apetece un viaje lleno de historia, encanto y belleza, los pueblos medievales que hemos explorado hoy son una opción perfecta. Estamos seguros de que, al pasear por sus calles, sentirás la magia de épocas pasadas.